Soldadura de bisel

Dentro de las distintas uniones de soldadura, destacan las formas de bisel. En sus diferentes variedades promueven el ahorro de metal de aporte, así como una penetración más sencilla cuando se involucran piezas de mucho grosor.

Hay que destacar que el término bisel proviene de la geometría, por lo que aplica a diferentes sectores, y no sólo al de la soldadura. En este caso, indica simplemente un corte oblicuo con respecto a las superficies que se soldarán. Es importante señalar que existen ciertos parámetros para seleccionar el mejor diseño de unión; lo importante es elegir aquel ensamble que requiera menor cantidad de metal de aporte, o bien, que satisfagan las exigencias de mantenimiento y resistencia.

La soldadura de bisel se recomienda en elementos sujetos a contracción lineal, así como la unión en esquina de espesores gruesos, con el fin de reducir el desgarre laminar.

PREPARACIÓN

En las uniones a tope se presenta el problema de la capacidad de penetración. Los electrodos básicos de hidrógeno no pueden realizar una penetración completa, por lo cual en ese ensamble se requiere un bisel que permita depositar el material de aporte en la unión, de tal modo que se fusione con el metal base. En los procesos MAG o SAW se cuenta con un grado de penetración mayor, aunque se requiere una corriente alta, por lo que se genera un bisel de un solo lado.

Por todo ello, se requiere un proceso de preparación en las placas que se unirán, para que el bisel favorezca los distintos métodos de soldadura. Esto cobra importancia porque, si no se consigue una preparación óptima, que contemple tanto la corriente como el bisel, se pueden generar defectos en la penetración, o bien, la unión no se fundirá por completo y se producirá el cizallamiento.

Así pues, la preparación de la soldadura se consigue por medio de dos procedimientos principales, que deben contemplar la configuración geométrica de la articulación. Los procedimientos pueden realizarse por vía mecánica o por métodos térmicos.

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