Aceros de alta resistencia en la industria automotriz
Una de las preocupaciones más importantes en la actualidad es la emisión de gases de efecto invernadero.
De hecho, la Agencia Internacional de Energía (AIE) calcula que el 24% del total de esas emisiones ocurren por la industria del transporte mundial, lo cual constituye una aportación muy importante para los estándares globales.
Por esta razón se impulsó la tendencia por construir vehículos más livianos y así disminuir la cantidad de emisiones tóxicas para el ambiente. Más que promover el cambio de materia prima para la industria automotriz, se motivó la innovación en el sector con el desarrollo de los aceros avanzados de alta resistencia (AHSS).
La composición de esta clase de aceros permite propiedades de dureza, resistencia a los impactos y a la corrosión, durabilidad, entre otras, que no involucran el volumen de las partes en el vehículo. Al incorporar esta clase de aceros en la fabricación de los automóviles, se reduce el peso en un 25 y hasta un 39%, en comparación con los aceros tradicionales.
Esto se traduce en una disminución de 170 a 270 kilogramos en el peso de un vehículo familiar, lo que equivale a un ahorro de 4.5 toneladas de emisiones de dióxido de carbono durante el ciclo de vida total del vehículo. En la actualidad los AHSS se emplean con regularidad en prácticamente todos los vehículos nuevos.
De hecho, esta clase de acero constituye cerca del 60% de las estructuras en la carrocería, justamente por la necesidad de resistencia y dureza, en combinación con la ligereza de los materiales. El panorama para este material se mantiene en lo más alto, al cumplir con las exigencias de seguridad y eficiencia que se requieren en el mundo de hoy.
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