Sand Blasting: Tratamiento por Chorro Abrasivo

Publicado en: Notas | 9 mayo, 2017

El chorro abrasivo a presión (sandblast) es una operación industrial basada en la propulsión de una sustancia abrasiva a alta presión, contra una superficie.

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El objetivo principal, entre otros, puede ser alisar una superficie rugosa o hacer rugosa una superficie lisa; preparar una superficie para cierto propósito o eliminar contaminantes de la misma.

 

Este proceso de tratamiento de las superficies se hace por medio de equipos especiales, donde a través de una pistola de presión accionada por aire que dispara la arena a alta velocidad, se impacta con la superficie prevista. El efecto es similar al de utilización cualquier impureza o suciedad en una superficie, sin que estas se dañen, logrando en muchos casos que la aplicación de recubrimientos industriales tenga mejor adherencia.

 

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Aplicaciones del proceso

Entre las principales aplicaciones del sandblast está dar acabados en madera, acero, resina y plástico, trabajos artísticos y hobbies; en la limpieza de muros de ladrillo y piedra. Esmerilar vidrio y acrílico, matizar metales no ferrosos o pulir materiales opacos. Por supuesto, en la industria metal mecánica, en la limpieza de estructuras metálicas y preparación de superficies para la aplicación de recubrimientos; retirar pintura y otros acabados, remover oxidación e impurezas, así como limpiar moldes permanentes para fundición o limpiar impurezas de soldadura o limpieza de maquinaria.

 

El uso de esmeriles para la preparación de una superficie no elimina totalmente el óxido o las impurezas en el sustrato; para removerlos de la superficie, es probable que se deba esmerilar o lijar tan profundo como esté el cráter más hondo. Si no se hace bien, quedan impurezas; si se hace a fondo, es probable que llegue a debilitar las estructuras por adelgazamiento.  En cambio el Sandblast remueve toda la corrosión, inclusive aquella de los cráteres más profundos, sin desgastar de manera importante el material. Además de proporcionar a la superficie un acabado adecuadamente marcado, que sirve de anclaje para volver a recubrir.

 

El perfil de anclaje es el grado de rugosidad que posee una superficie. El perfil se basa en una teoría acerca de la formación de valles y crestas en la superficie de un metal, una vez que es pulido mediante la acción de un medio de limpieza, la superficie queda como un sistema montañoso. En estos valles y crestas es en donde se habrá de anclar el revestimiento una vez aplicado, por eso es importante lograr el perfil de rugosidad del material base, para garantizar una optima adherencia del revestimiento.

 

Además de lo anterior, el proceso sandblast minimiza los trabajos de limpieza, reduce los tiempos de mantenimiento, se obtiene mayor anclaje y adherencia de los recubrimientos, mejora la uniformidad de la superficie y reduce los costos de mano de obra, consiguiendo mayor pureza de material, con un mínimo esfuerzo.

 

Este es sólo es un fragmento de la edición número 18 de la revista FerrePro. Si quieres leer el artículo completo adquiérela en Sanborns y puestos de periódicos, o suscríbete.

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