Transporte continuo: electrodeposición
El transporte continuo aplicado a la electrodeposición genera grandes beneficios en la eficacia del proceso industrial.
El sistema de transporte continuo se contrapone a los transportadores de ciclos individuales. En general, existen dos tipos de sistemas: los que están fijos al suelo y los elevados. Los primeros pueden transportar materiales de manera horizontal, inclinada o incluso vertical. Por otra parte, los sistemas elevados incluyen carriles que guían el paso de las mercancías en diferentes estaciones.
En la electrodeposición de metales las diferentes etapas simplifican las labores de supervisión
Electrodeposición
Este proceso electroquímico es muy útil para brindar propiedades a una superficie metálica. Se puede buscar la resistencia a la abrasión, al desgaste, la necesidad de lubricación o el blindaje contra la temible corrosión. De ese modo, un sistema de transporte continuo puede involucrar mayor eficiencia para recubrir los productos metálicos con distintas condiciones de electrólisis.
Los procedimientos de electrodeposición parten de un pretratamiento químico y llegan hasta diversos baños electrolíticos
Beneficios
Entre las ventajas que representa este sistema destaca la calidad estable en el procedimiento. Tiene una alta productividad en cuanto a las operaciones. Además, si la diferencia entre los espesores de la pieza es baja, se puede realizar el procedimiento con la misma configuración, sin que esto perjudique su eficiencia.
Una de las grandes ventajas es el sistema de producción en masa a mediano y largo plazo.
En futuras ediciones de Ferrepro ahondaremos en el tema de transporte continuo para la electrodeposición, que es una de las innovaciones principales que la industria metalmecánica está aprovechando en la actualidad.