Dureza del recubrimiento
Casi todos los recubrimientos son visco-elásticos, en consecuencia sangrarán en algún punto de la extensión. Al emplear el término “dureza”, referimos la capacidad de resistencia que éste tiene frente una fuerza mecánica, tal es el caso de la presión, el rayado o el frote.
Básicamente se trata de la propiedad para soportar influencias físicas que actúan sobre su forma, de tal manera que dejen la mínima huella posible en el recubrimiento. Algunos métodos para medir la resistencia a la fuerza mecánica son:
Péndulo de dureza
Lo primero que se debe tener en cuenta es que el comportamiento visco-elástico del recubrimiento, determina la dureza. Así pues, en este método la dureza se evalúa a través del tiempo de amortiguación de un péndulo oscilante, pues existe una relación física entre el tiempo de oscilación, la amplitud y las dimensiones geométricas del péndulo.
Funciona de la siguiente forma: el péndulo descansa sobre el sustrato, ayudado de dos esferas de acero inoxidable, cuando el péndulo oscila las esferas ruedan sobre la superficie ejerciendo presión en el recubrimiento y, dependiendo de su elasticidad, la amortiguación será más fuerte o más débil. La escasa fuerza elástica origina una fuerte amortiguación del péndulo, por el contrario, la elasticidad elevada causa una amortiguación menor. Para llevar a cabo esta prueba se utilizan el péndulo König y el Persoz.
Dureza de penetración
El método Buchholz es el más utilizado en recubrimientos de formación plástica, puesto que los que tienen comportamiento de formación elástica no se evalúan con este sistema porque al sacar el instrumento del recubrimiento plástico, éste no mostrará huella alguna. En términos generales, el instrumento consta de una rueda doble de cono, la cual se coloca por 30 segundos sobre el sustrato recubierto, así la huella podrá medirse con un microscopio graduado.
Te invitamos a leer el número 10 de Ferrepro para conocer otros métodos para medir la resistencia a la fuerza mecánica de recubrimientos.