Acero inoxidable
Los productos de acero inoxidable están diseñados para tener una larga vida útil, frecuentemente abarcando varias décadas, aún en las condiciones más severas de uso.
El acero inoxidable es uno de los materiales con mayor resistencia contra la corrosión. Más allá de las distintas aleaciones existentes, una capa de cromo se crea en la superficie para que protege contra el óxido y las manchas. Así, el acero inoxidable presenta una calidad e higiene particulares, que se buscan en muchos sectores de la industria. En la edición anterior de nuestra revista vimos el proceso de selección para los distintos tipos de acero inoxidable. Una vez que se la aleación corresponde al entorno y a las necesidades de cada sector, se debe considerar un proceso de mantenimiento.
Buenas condiciones
En general, el acero inoxidable presenta excelentes propiedades de resistencia física y química. Por esta razón, es importante que las condiciones del entorno permitan que se mantenga con esas cualidades, o bien, que se planifiquen los métodos de mantenimiento en periodos estratégicos. Tanto en el acero inoxidable que está en uso como el que se almacena necesitan de mantenimiento, ya que las condiciones ambientales u otras condiciones físicas pueden motivar la corrosión en el acero. De esa manera, el acero inoxidable tendrán mayores periodos de durabilidad y no sólo preservara su buen aspecto (que incentiva una imagen de pulcritud e higiene), sino que también brindará una buena estabilidad tanto a productos como a estructuras.
Cuidados generales
Existe una gran variedad de contaminantes que perjudican la integridad de las superficies metálicas. Partículas de hierro o el óxido perjudican especialmente al acero inoxidable. Esto se puede producir en distintos ambientes, tanto industriales como comerciales, pero también domésticos y naturales. Los depósitos de estos elementos aceleran la corrosión y pueden deberse a múltiples razones. En la industria marítima, por ejemplo, se debe tener especial cuidado en los depósitos de sal, pues son frecuentes en ese contexto y aceleran la corrosión. También la atmósfera cálida y las altas condiciones de humedad perjudican al acero inoxidable.
El óxido del hierro perjudica al acero inoxidable. Esto se puede producir en ambientes, tanto industriales como comerciales
Por otro lado, existen sustancias que se usan de manera cotidiana en las superficies, como limpiadores, esterilizadores o blanqueadores. Por su alta resistencia, los aceros inoxidables no tendrán ningún problema si los productos se usan de manera segura y de acuerdo con las indicaciones de los fabricantes; sin embargo, en exceso, pueden provocar decoloración y, nuevamente, impulsar la corrosión en las superficies.
El acero inoxidable también requiere cuidados en las distintas fases de su manipulación. Algunas medidas pueden ser tan sencillas como eliminar residuos de grasa en las superficies o tan desarrollados como los métodos químicos de decapado. No obstante, estos procesos son complementarios; a menudo, la limpieza superficial sólo se requiere cada cierto tiempo, cuando el metal presente suciedad, de tal modo que pueda recobrar su estado original.