Powder Coating – Proceso de Curado
El término recubrimiento en polvo es cada vez más común, reconociéndole enormes ventajas y prestaciones en comparación a otros sistemas de protección y acabado.
La preparación adecuada de la superficie, las técnicas de pulverización aplicadas; así como el proceso de curado, son esenciales para garantizar la eficiencia y eficacia del proceso. La pintura en polvo se funde, y químicamente se reticula a temperaturas de sustrato de 150 °C a 200 °C; lo que significa que es un proceso que sólo puede ser implementado por expertos, para obtener beneficios como la luminosidad y la uniformidad en los acabados.
Actualmente hay muchos tipos de recubrimientos industriales y cada uno tiene un propósito diferente, considerando sus propiedades.
En general, los recubrimientos son materiales que al momento de ser aplicados sobre una superficie, protegen, embellecen o impiden que elementos extraños entren en contacto con la misma superficie. Actualmente hay muchos tipos de recubrimientos industriales y cada uno tiene un propósito diferente, considerando sus propiedades. Enumerarlos a todos sería muy complejo, ya que existen pinturas, barnices, lacas y recubrimientos para mantenimiento industrial, que pueden ser aplicados, tanto a unidades o equipos móviles, como a superficies estacionarias, basados en tecnologías diversas como los de base solvente, base agua o base zinc; así como en polvo: híbridos, epóxicos o de poliéster.
El primer y más importante objetivo de un recubrimiento industrial, es proteger las partes que están debajo de él o sobre las que se aplican. La estética es algo esencial, que no debe ser pasado por alto por los técnicos, ingenieros e industriales del sector. Algunos de los criterios fundamentales para seleccionar un sistema de recubrimiento incluye: analizar las propiedades del sustrato; considerar la exposición a ácidos y otros agentes corrosivos; verificar el estado del recubrimiento actual; evaluar las facilidades para la preparación de la superficie; así como considerar el volumen de la superficie a pintar. Las consideraciones de costo, por supuesto, juegan un papel muy importante en la decisión de la empresa para implementar una nueva tecnología de recubrimientos
El mercado nacional de los recubrimientos ha experimentado un crecimiento notable en el último año y se espera que la tendencia continúe para 2019 y más allá.
Pintura en polvo
También conocida como pintura electrostática (o Powder Coating en inglés), es un sistema de recubrimiento industrial en forma de polvo seco que se adhiere a las piezas formando una película homogénea de color. La capa pulverizada es un recubrimiento delgado y resistente a los arañazos, que se aplica para proteger una superficie contra el óxido y la corrosión.
El recubrimiento en polvo tiene varios métodos de aplicación, pero, si se trabaja adecuadamente, cada uno proporciona el mismo resultado de protección y opciones de color. El proceso de pintura en polvo se desarrolló por primera vez en Estados Unidos hacia finales de los años 50, pero no fue sino hasta principios de los 60 cuando apareció el sistema de extrusión para producir en continuo, ya que antes la fabricación de estas pinturas se hacía por cargas en amasadoras.
El recubrimiento en polvo comienza con la preparación de la superficie a través de una limpieza que debe eliminar cualquier residuo de polvo, grasa o aceites. Tras la limpieza de la pieza, se procede a la aplicación de una capa de fosfato (hierro o zinc) mediante inmersión o por lanza manual. Esto permite que la superficie se grabe (tenga mejor anclaje), asegurando que la capa de polvo se pegue y se distribuya uniformemente a través de la superficie.
En seguida se procede al pintado por pulverización de la pintura en polvo, que se adhiere al metal electrostáticamente en las piezas, generalmente conectadas a tierra y conductoras. Esta etapa se realiza en una cabina específica, que recoge y controla el excedente de polvo para su reutilización. Por último se procede al curado para que la pintura polimerice y adquiera su acabado final.
La preparación adecuada del sustrato y las técnicas de pulverización, son esenciales para garantizar la eficiencia y la eficacia en cualquier proceso de recubrimiento en polvo. Caer en malos hábitos es fácil y con frecuencia pasa desapercibido, pero puede dar como resultado pérdidas de eficiencia y problemas de calidad.
Las ventajas clave que los recubrimientos en polvo tienen sobre los recubrimientos líquidos incluyen un lugar de trabajo sin disolventes, menores costos generales de línea y facilidad de limpieza. Siendo además una pintura sostenible y muy respetuosa con el medio ambiente, por no contener solventes ni componentes nocivos o contaminantes.
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