Pintura y montaje automotriz

El proceso de pintura automotriz consta de varios pasos; implica inspección, limpieza, recubrimiento de inmersión, secado, pulverización de capa superior y horneado.

Antes de pintar, el cuerpo debe pasar por un riguroso proceso de inspección en una habitación blanca y bien iluminada. Ahí los inspectores deben limpiar el cuerpo con aceite ligero. Gracias a las luces que se incluyen en la habitación, el aceite expone cualquier imperfección, abolladura o defecto en la carcasa. De esta manera, deben repararse antes de pasar a la siguiente fase. Una vez que se realizó la inspección y la reparación de la carcasa, el transportador la lleva hacia una estación de limpieza.

Este proceso hoy se contrapone con el momento de la electrodeposición que une todos los recubrimientos electroquímicos a un procedimiento de limpieza que elimina cualquier contaminante, suciedad o aceite residual del cuerpo del automóvil. Posteriormente la carcasa pasa por un proceso de secado y luego en una inmersión de la capa inferior: un baño de pintura electroforética, también conocida como E-coat, que cubre cada rincón y grieta de la carcasa del cuerpo, tanto por dentro como por fuera.

Esta capa actúa como una superficie de sus trato a la que se adhiere la capa superior de pintura coloreada. Después de aplicar este recubrimiento, la carcasa se seca nuevamente en una cabina y se aproxima al recubrimiento final. Hoy por hoy las carrocerías son pintadas por robots programados en la mayor parte de las plantas de ensamblaje, ya que garantizan una cantidad de pintura justa y durante el periodo más adecuado.

Finalmente se realiza el proceso de curado de la pintura, en unos hornos de cocción que alcanzan temperaturas de hasta 135 °C. Luego todos los ensamblajes se acoplan, justo antes de incorporar los últimos detalles en el montaje interior. Así pues, se realiza el último punto del montaje del automóvil que involucra los componentes interiores; es decir, todos los sistemas de instrumentación y cableado, paneles de instrumentos, luces interiores, asientos, paneles de puertas y molduras, tapizados, radios, altavoces, todo vidrio, excepto el parabrisas del automóvil, la columna de dirección y rueda, tapas de vinilo, pedales de freno y gas, alfombrado y fascias de parachoques delantero y trasero.

Después los robots equipados con ventosas quitan el parabrisas de un contenedor de envío, aplican una gota de sellador en el perímetro del vidrio y lo colocan en el marco del parabrisas del cuerpo. De este modo, la carcasa se somete a una prueba de agua para garantizar el ajuste adecuado de las puertas y el vidrio, para después acoplar el automóvil con el chasis, el cual sufrió los mismos procesos de revestimiento.

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