El acero inoxidable y su almacenaje

Publicado en: Notas | 21 agosto, 2019

En general, los productos terminados deben mantenerse sellados hasta el momento de su utilización

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Por confusiones propias del nombre, se cree que el acero inoxidable es inmune a la oxidación. Los lectores de Ferrepro y los expertos en la materia saben que este material sólo es más resistente a ese proceso, pero no está exento de él. Por esta razón, también se necesitan precauciones en el almacenaje de este poderoso material. 

Al igual que en los procesos de fabricación, es importante que el acero al carbono no entre en contacto con el inoxidable, puesto que la contaminación por partículas de hierro puede provocar la oxidación. En ese sentido, la norma ASTM A380 detalla una prueba sencilla para detectar la contaminación por sustancia orgánica. Consiste en dejar caer agua destilada con algunos otros componentes sobre la superficie en forma vertical. En las zonas contaminadas por materia orgánica, la película de agua se rompe, permitiendo su detección. A esta prueba se le conoce como prueba del ferroxilo.

Otro de los riesgos en su almacenamiento es el contacto con materiales de construcción

Es importante que estén bien aislados y que no entren en contacto con el polvo, ni mucho menos con cemento, yeso u otros materiales de ese tipo. Para evitar esos contactos, se tienen que cubrir las mesas de trabajo o los anaqueles plásticos, filtros o papel. Algunas sustancias más que provocan el desgaste del acero inoxidable son el aceite, las grasas, los crayones, las tintas, las pinturas, las cintas y las etiquetas adhesivas. Por ello, no se debe almacenar el acero inoxidable cerca de máquinas que puedan salpicar esas sustancias a sus superficies.

Cuando se reciba el producto, se debe inspeccionar toda la superficie, en busca de las manchas de humedad 

En algunas ocasiones, estos defectos sólo pueden eliminarse con los procesos de decapado o pasivado, lo que implica aspectos técnicos más especializados. Al cuidar los aspectos más sencillos, es suficiente para que las láminas de acero inoxidable tengan gran durabilidad. De ese modo, los procedimientos de decapado y pasivado, que vimos en otra sección de la presente revista, se reservan para momentos específicos y mucho menos frecuentes.

Te invitamos a disfrutar el articulo completo en nuestra edición de agosto.

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